Estación de Autobuses de Gijón - Gijón, Asturias

Águeda González Díaz

La estrella se la doy porque cuando he necesitado atención por parte de los empleados la he tenido y la ubicación en pleno centro de la ciudad. Lo demás es de pesadilla: da la impresión de que se te va a caer algo encima. 0 servicios al pasajero: ni sala de espera, ni cafeteria, ni kiosko. Por no haber, no hay ni paneles informativos en los andenes, ni megafonía para anunciar las salidas o llegadas, así que hay que ir mirando bus a bus o preguntar a algún empleado. El último día que la utilicé (eran sobre las 9 a.m.y los servicios estaban dentro de lo que cabe limpios, pero ninguno de los inodoros tiene tapa y los secadores de manos hace años que no funcionan.
Cruzar de andén en andén es bastante peligroso.
No hay donde refugiarse en días de lluvia y viento al estar abierta por ambos lados y no tener otro local cerrado aparte del pequeño despacho de billetes.
Creo que la estación pertenece a la empresa que la utiliza y debería de exigírseles su arreglo y correcto mantenimiento. Sinceramente: no sé cómo se permite esta vergüenza.

Blas

Un horror. Literalmente no hay estación de autobuses. No hay una sala donde esperar, sólo hay andenes donde la gente se amontona, de hecho entras por la calle, no sabes desde donde sale tu autobús, no hay pantallas, tienes que ir preguntando a los conductores. Un día vi una cola de gente por la acera de la calle, de la cantidad de gente que había. Creo que es la peor estación de autobuses que he visto en España.

David Morán

Una estación que mete miedo, sin ningún panel de información ni personal de información, un CAOS y sin los servicios más básicos. Explotada en exclusiva por ALSA que no se quiere hacer cargo de las mejoras y que la ciudad tenga una estación decente.

Ladelamanofurada

Estación de Autobuses del Alsa de Xixón (1940). No es una estación de autobuses pública, sino privada de ALSA. Edificada según proyecto racionalista del arquitecto astur-cubano Manuel del Busto Delgado (1874-1948), originalmente con bar, taquilla, sala de espera, consigna y oficinas en la planta y viviendas y dormitorios para el personal en los pisos, andenes, talleres y lavabo en la plaza... Está claro que se ha quedado pequeña para el Xixón del s. XXI, pero ese problema es culpa de la administración local y/o autonómica (A: ¿Dónde está la estación de autobuses de Gijón? B: No hay). Aclaremoslo, otra vez, esta no es una estación pública de autobuses, como la de Uviéu, esta estación es privativa del grupo ALSA. Faltan servicios, por supuesto, pero dónde no faltan, que no nos enteramos que esta España de la UE es un país de segunda fila.

lorena nieto

Un desastre todo, máquinas rotas. O información. Nadie explica nada. Conductores que no ayudan y antipáticos.

Si no van las máquinas , solo una cajera con cola y me dejas pagar en el bus de ida en el mismo bus pero al contrario teniendo para pagar no quieren.

Todo muy muy mal. VERGONZOSO

Francisco deAguirre

Si quiere viajar al siglo XV , visite esta estación, no tiene panel de información de vías, en lugar de baños hay cuadras, la seguridad para los viajeros es nula. Gijón no se merece esta estación. Da vergüenza ajena.

Alba Rm

No hay donde ver la información de los buses, ni dónde está colocado el tuyo, tienes que ir uno a uno preguntando entre los carriles… muy peligroso, una auténtica vergüenza. Todo descuidado, no hay servicios… una enorme chapuza

Daniel Álvarez García

Es todo un desastre. Los baños no tienen limpieza (hay orina por el suelo, y las heces están muchas veces repartidas por los inodoros), no existen pantallas informativas que indiquen autobuses a sus correspondientes destinos y horarios (normalmente, la gente está muy perdida y es normal que una persona que vaya a Oviedo coja un bus a Avilés sin querer y se de cuenta más tarde). Está todo muy mal organizado, y encima, si llamas a la compañía de ALSA, muchas veces te colgarán la llamada o directamente ni te responden. Además, hay poco espacio para sentarte a esperar un bus, y siempre suele estar lleno.
Hay conductores que son muy amables (personalmente siempre tuve esa suerte) y otros que vale más no decirles ni unos buenos días porque no se lo merecen.